Existe una relación amor-odio que todas aquellas personas que tienen hermanos conocen a la perfección. La rivalidad que existe entre estos no es nada nuevo, los mayores afirman que son los menores quienes absorben todo el afecto y atención de los padres, mientras que los hermanos menores repelan diciendo que son en realidad los mayores quienes todo el tiempo gozan de su predilección. Sin embargo, existen una serie de factores y acciones determinantes que, en ocasiones, nos hacen cuestionarnos si seremos nosotros el trofeo de la familia. Si no eres hijo único y te interesa saber si eres el favorito en tu hogar, no dejes de leer.