Según la compañia estadounidense Bloomberg, siete empresarios adquirieron búnkeres de alta seguridad, amplios y con todos los servicios y los instalaron en este país en los dos últimos años.
La élite más acaudalada de Silicon Valley está constantemente comprando búnkeres en EE.UU. para enviarlos por partes a Nueva Zelanda. Estas compras son parte de un plan de escape de emergencia en el caso de que algún fenómeno natural desate el fin del mundo, informa Bloomberg.
Olivia Carville, quien es la autora del artículo, dialogó con el desarrollador de búnkeres Rising S Co., donde tras una larga conversación consiguió saber que durante los pasados dos años el número de empresarios millonarios que han adquirido uno de estos productos suman 7 los que a su vez han decidido instalar los búnker en el mismo país.
Simple al primer indicio de una posible catástrofe, los propietarios de dichas instalaciones intentarían tomar un avión privado y dirigirse a su búnker en el país oceánico.
Analizando la viabilidad de utilizar Nueva Zelanda como refugio, señala Robert Vicino, proveedor de búnkeres Vivos Project, el país oceánico no es ni de lejos la mejor opción para escapar a un posible apocalipsis, debido que en el hipotético caso de que un asteroide impacte en la tierra podría generar un tsunami, que podría destruir la isla completamente y dejar gran parte de su superficie bajo el mar.
Sin embargo, la empresa fabricante de búnkeres sigue construyendo estas instalaciones para acoger a 300 personas a razón de 35.000 dólares (precio individual). Estos búnkeres están completamente ocultos a la vista de la gente local y sus respectivos propietarios los pueden encontrar usando GPS.
The New Yorker escribió en 2016 que Sam Altman, el presidente de la aceleradora de startups estadounidense Y Combinator, intentó fugarse a Nueva Zelanda. Sin embargo, en una entrevista reciente comentó que simplemente se trataba de una broma, rememora la autora del artículo. En cuyo caso, este empresario lleva consigo una bolsa de emergencia llena de medicamentos, máscaras de gas y de todo lo necesario como precaución para diversas situaciones
Además, según Mark Harris, director de la inmobiliaria Sotheby’s en el país, más de 10 ciudadanos americanos de la Costa Oeste han comprado propiedades en Nueva Zelanda con el precio de varios millones de dólares en los dos últimos años.