Una niña entró en una zona de acceso restringido que había sido designada especialmente para realizar exhibiciones de caza. Fue entonces cuando el águila vio a la menor, rápidamente voló en su dirección y la aferró por la espalda con sus garras, tirándola y reteniéndola sobre el suelo.

Tras la impactante acción, la pequeña de 8 años recibió puntos por sus heridas en la cabeza y la espalda. El cazador Aybek Salavat, actual campeón en esta disciplina, indicó que tuvo suerte de sobrevivir a las garras del ave, ya que suelen ser animales que tienen una fuerza y precisión a la hora cazar a su presa.

Los expertos en cetrería afirman que el ave rapaz no estaba cazando, de lo contrario las lesiones sufridas por la niña habrían sido mucho más severas e incluso habría podido provocarle la muerte. El dueño del animal relató que, en quince años de entrenamiento, el águila nunca había atacado a un ser humano.

Tiene 15 años de experiencia con esta águila y afirma que es la primera vez que ocurre algo similar. No obstante, de acuerdo con el cazador, Salavat, el águila simplemente aterrizó sobre la niña, puesto que las heridas serían mucho más graves si hubiera querido hacerle daño.