Arantxa Sánchez parece haber cobrado ciertas contribuciones que realiza a los canales de televisión mediante su participación como conferencista deportivo y comentarista de partidos de tenis. Tal afirmación, surge de la continua queja de la tenista al manifestar que “no tenía ni un euro, ya que su marido era quien manejaba las finanzas de ambos y la había dejado sin nada al romper el matrimonio”; y del hecho de que abono 250.000 euros a la justicia como un primer aporte a la deuda de más de siete millones y medio de euros que tiene pendiente con el Banco de Luxemburgo.