Mientras Meghan Markle se encuentra atravesando un momento caracterizado por la averiguación minuciosa por parte del “ojo público” de todo lo relacionado con su familia Kate Middleton se ha dedicado a proporcionar la mayor amabilidad posible a Meghan, extremando las acciones para cuidarla, como si se tratara de su propia hermana, aunque realmente son solo cuñadas.

De esta forma, la Duquesa de Sussex disfruta del cúmulo de experiencia que, con el pasar de los años, ha sido desarrollada por la Duquesa de Cambridge, quien está consciente de “lo que está pasando Meghan, ya que su familia también fue arrastrada por los tabloides y sabe que no es algo agradable”, a pesar de que ambas disfrutan de formas de ser totalmente diferentes y que “medios y especialistas se concentren en enfrentar a estas dos féminas que viven en una exposición mediática constante”.

Lejos de lograr ocasionar una separación entre las duquesas o el establecimiento de un determinado lugar privilegiado como consecuencia de los diferentes intentos realizados por los medios británicos que se ocupan de colocarles un puesto al estilo de una competencia olímpica, las cuñadas se preocupan por cumplir con su papel como “iconos de estilo”, sin proporcionar mayor importancia a constituirse en “la persona mejor vestida en la sociedad británica”.