El pasado viernes se televiso la llegada de Ivanka Trump al aeropuerto de Corea del Sur, donde asistió a la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018. Convirtiéndose esta visita en la primera que realiza la hija del mandatario desde que éste asumió la Presidencia de Estados Unidos. Algunas de las atenciones que tuvieron con la vicepresidenta de Real Estate Development and Acquisitions de la The Trump Organization, fue una cena programada con el Presiente de Corea del Sur Moon Jae-in, en su residencia “La Casa Azul”, de acuerdo a los reportes emitidos por la prensa local.
En su llegada al aeropuerto, Ivanka comentó: “Es un gran honor estar aquí en Corea del Sur con la delegación de Estados Unidos”, luego añadió “Estamos muy, muy emocionados de asistir a los Juegos Olímpicos de Invierno 2018, para animar al equipo de Estados Unidos y reafirmar nuestro fuerte y duradero compromiso con la gente de la República de Corea”. Su viaje ha generado grandes polémicas, por una parte han sido inevitables las comparaciones con la visita de la hermana del Presidente de Corea del Norte, Kim Jong Un, la cual fue catalogada como un éxito diplomático por parte de su país. Analistas han sugerido que ésta visita es un intento del mandatario por recuperar su imagen, y por último Ivanka, afirmó que durante su estadía buscará reafirmar el compromiso que asumió Estados Unidos sobre la desnuclearización de Corea del Norte, y fortalecer las relaciones de apoyo con Corea del Sur.