El riesgo ambiental se incrementa a cada momento con la situación del derrame de petroleo en China. Actualmente el tamaño del desastre en el mar tiene aproximadamente las mismas dimensiones que la ciudad de Paris. Las autoridades están monitoreando constantemente el avance e intentando controlar el avance de la marea negra y evaluar su impacto ecológico tras el naufragio del petrolero iraní Sanchi.
Todo comenzó el pasado 6 de Enero cuando un barco iraní llamado Sanchi, que transportaba unas 136.000 toneladas (un millón de barriles) de petróleo liviano, explotó y se incendió debido a una colisión con un carguero chino, a 160 millas náuticas al este de Shanghai. El naufragio acabó con las vidas de la tripulación que estaba a bordo y se hundió entre la provincia china de Zhejiang y las islas Ryukyu de Japón,
Google
Al tratarse de petróleo liviano, la mancha es más difícil de visualizar y mucho más soluble que las de petróleo pesado, lo que quiere decir que puede tener un impacto mayor a debajo de la superficie, ya que su expansión es rápida. Tiene un alto poder contaminante de las aguas y amenaza a las especies que se encuentran en el lugar.
La Administración Estatal Oceánica informó que ha recolectado muestras de agua de 19 sitios de derrames y que el agua de cinco sitios contenía sustancias de petróleo en niveles que excedían los estándares.
El impacto ambiental según Greenpeace
Handout / Reuter
Greenpeace de Asia Oriental y Japón emitió su opinión explicando la repercusión que podría tener en la pesca comercial ya que esta área es de desove para varios tipos de especies comerciales, como el bluefin leatherjacket y el calamar punta de espada. Además, avirtió que el petróleo puede estar envenenando otras especies como caballa, corvina, sepias, arenques, camarones y cangrejos.
"En esta época del año, el área es utilizada como zona de invernada por especies comestibles comunes, como el pez sabe, la corvina amarilla, la caballa y el cangrejo azul. El área también se encuentra en la ruta migratoria de muchos mamíferos marinos, como las ballenas jorobadas, las ballenas francas y las ballenas grises", agregó Greenpeace.