Un equipo de científicos ha dado a conocer una nueva manera de evitar el cáncer de mama y de próstata, una enfermedad que afecta a más del 60 por ciento de las mujeres y los hombres.
Los investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona en España, determinaron que cenar temprano o esperar dos horas antes de acostarse después de cenar es crucial para reducir el riesgo de cáncer.
Para llegar a esta conclusión, los expertos analizaron 621 casos de cáncer de próstata y 1.205 de cáncer de mama. Durante su experimento, los participantes (872 hombres y 1.321 mujeres) tuvieron que responder a una serie de preguntas sobre la hora en que cenaban y la que se acostaban.
De acuerdo con los resultados, las personas que cenan un mínimo de dos horas antes de irse a la cama tienen un 20% menos de probabilidades de desarrollar tumores malignos en comparación con los que se acuestan inmediatamente después de cenar. Un efecto similar se observó en aquellos que cenaban a las nueve de la noche o antes frente a las personas que lo hacían después de las diez.
Antes estos resultados, los especialistas creen que el papel principal en esta tendencia lo desempeñan los ritmos circadianos humanos. Según los investigadores, si estos resultados son confirmados por otros científicos, ayudarían a formular nuevas recomendaciones para la prevención del cáncer.
Una buena alimentación es la clave contra el cáncer
Cabe destacar que las personas con cáncer requieren de una alimentación adecuada que les permita no solo sobrellevar la enfermedad, sino también mejorar la tolerancia al tratamiento, pues algunos pacientes presentan desnutrición y pérdida de peso al someterse a la quimioterapia, mientras otras tienden a engordar.
Una dieta saludable es vital para el éxito de una vida saludable, asimismo ayuda en el tratamiento contra el cáncer, ya que favorece a que las personas se sientan mucho más fuertes y alegres, además facilita el mantenimiento del peso y permite que el sistema inmune sea resistente contra las infecciones.
Un buen régimen de alimentación es importante para que el paciente no baje de peso. En caso de cáncer de mama o próstata, la pérdida de masa muscular puede agravar la enfermedad. Asimismo, si está desnutrido puede registrar mayor toxicidad por el tratamiento, lo que incrementa la morbilidad y la mortalidad.