Jessie, una guacamaya domesticada que escapó de su hogar y estuvo tres días en el tejado de una casa cercana en el distrito de Edmonton, del municipio londinense de Enfield (Reino Unido), le gritó ¡vete a la mierda! A un bombero que –siguiendo el consejo del dueño del ave-, le dijo que la amaba para tratar de ganarse su confianza y poder rescatarla.

El propietario del colorido animal, ya había intentado recuperar a su mascota en varias ocasiones desde que se fugó el pasado fin de semana, e incluso optó por solicitar ayuda a especialistas en tratamiento de animales, pero éstos tampoco consiguieron convencer a Jessie a que bajara del tejado.

Tras la testaruda actitud de la guacamaya, su amo temió que el ave estuviese herida y decidió contactar al cuerpo de bomberos para poder “salvarla”. Las acciones de rescate se dieron el pasado lunes, pero tampoco tuvieron mucho éxito.