Elon Musk nunca deja indiferente a nadie. Ya sea por sus presentaciones controvertidas, las cuestiones referentes a su larga lista de empresas, sus comentarios salidos de tono, su implicación en proyectos que se salen completamente de su porfolio de actividades o, simplemente, porque él mismo es así.

Si hace unos días, el empresario volvía a abrir la Caja de Pandora de Tailandia acusando, de nuevo, al rescatista de ser un «violador de niños», ahora ha sido una entrevista para el podcast de Joe Rogan Experience la encargada de mostrar otra de las peculiares caras del creador de Tesla.

Ni coches eléctricos, conquista espacial, ni túneles bajo las ciudades del mundo, el discurso de Elon se centro en la conquista del sector de los aviones eléctricos. Una entrevista de casi dos horas, aliñada con whisky y fumando hierba, terminó con una conclusión similar a la que se empleó cuando el empresario fundó Tesla: su idea de avión eléctrico es mucho mejor que las que se están llevando a cabo.

Musk quiso asegurar que, de momento, no tiene en su hoja de ruta la idea de crear un avión eléctrico, pero tiene muy claras cuáles son sus características. Similares a los planeados por Uber, en el imaginario de Elon, los aviones podrían despegar de forma vertical y contarían con vuelos supersónicos a elevadas alturas; si sus modelos pudiesen alcanzar una altura suficiente, momento en el que se consume más energía, la velocidad de crucero sería más elevada y de bajo consumo. Altamente preocupado por el uso indiscriminado de los combustibles fósiles en el planeta, de ahí su intención de conquistar Marte como nueva sede para el ser humano, la mayor parte del programa la dedicó a la cuestión de las energías renovables. «Obviamente, nos quedaremos sin petróleo a largo plazo. Solo hay tanto petróleo que podemos extraer y quemar. Eso es totalmente lógico, debemos tener una infraestructura energética y de transporte de energía sostenible a largo plazo. Entonces sabemos que ese es el punto final, lo sabemos», comentó Elon en la entrevista.