El huracán Florence se debilitó a categoría 2 en las últimas 24 horas, pero su potencial destructor sigue intacto. Asimismo, Florence avanza por el Atlántico hacia la costa de Estados Unidos con vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros por hora y a una velocidad de 28 km por hora.

En su boletín de las 23:00 hora local (03:00 GMT del jueves), el Centro Nacional de Huracanes, o NHC por sus siglas en inglés, informó que el ojo de Florence está a 455 kilómetros al sureste de Wilmington, en Carolina del Norte, y a 520 de Myrtle Beach, en Carolina del Sur.

Pero ¿por qué sigue siendo tan peligroso si se debilitó? La clave está en la clasificación de los huracanes, que se basa solo en un criterio y no delata su capacidad de causar enormes daños y pérdidas de vida.

En un huracán de categoría 5 se espera que un alto porcentaje de las casas sean destruidas y gran parte de la zona sea inhabitable por semanas o meses, según el NHC. El último huracán categoría 5 que tocó tierra en Estados Unidos fue el huracán Andrew en 1992. Por su parte, el huracán María, que dejó casi 3.000 muertos en Puerto Rico el año pasado, fue categoría 4.