La pesca con dinamita o con explosivos es una práctica a menudo considerada ilegal, que consiste en detonar explosivos en el fondo del mar para aturdir o matar los cardúmenes de peces y de este modo capturarlos de una forma más fácil. La peor consecuencia de esta práctica, es que con esas explosiones se destruye el habitad subyacente, que generalmente está integrado por los arrecifes de corales. Aunque no sólo es nociva para el ecosistema marino, sino que también es peligrosa para los pescadores que han terminado con mutilaciones, accidentes o muertes (por el mal manejo de la dinamita o artefactos defectuosos), la pesca de ésta forma se mantiene especialmente en el Sudeste asiático.