La Rayúa de Majadahonda, fue clausurada por su dueño José Verdasco padre de Fernando Verdasco, debido a que el sinnúmero de dificultades y trabajo al que se ha encontrado expuesto en el transcurso de su vida lo llevaron a sufrir estrés, problema de salud que le exige bajar su ritmo de actividad y le exigieron “cerrar uno de sus restaurantes madrileños más emblemáticos”; para tomar unas largas vacaciones que le proporcionen el descanso requerido por la restauración de su salud.

Entre el sinfín de problemas que han atentado contra la fortaleza del progenitor de Fernando Verdasco se encuentran el grave accidente que tuvo su hija Sara en Miami cuando al ser atropellada quedo con la pelvis rota y perdió la oportunidad de convertirse en madre. Asimismo, José se preocupa por estimular al tenista abriendo espacios para acompañarlo en sus enfrentamientos deportivos.