Después del escándalo mediático desatado por la tenista Arantxa Sánchez Vicario a raíz de su divorcio de Josep Santacana, el cual se ha convertido en un trámite poco amable y sumamente complicado, Josep ha realizado todos los esfuerzos que están a su alcance para seguir una vida normal, aunque un poco más delgado y muy dolido por las dificultades que tiene para compartir, aunque sea un poco de tiempo, con sus dos hijos.