La visita de los Duques de Sussex al restaurante Delahunt, uno de los más emblemáticos de la ciudad de Dublín, generó un alto impacto tanto a en los trabajadores del local como en todas aquellas personas que tuvieron a bien desplazarse hasta Camden Street, para mirar y saludar a la romántica pareja real.

La gerente del restaurante, Grace Davis, reveló que Meghan Markle en compañía de su esposo, realizaron una reservación para almorzar hace ya algún tiempo, solicitando el menú con la finalidad de disfrutar de los “platos tradicionales elaborados con ingredientes de temporada”.   

A su llegada al restaurante el Príncipe Harry dijo en la cocina que “había escuchado que servíamos la mejor comida de Irlanda. El chef estuvo de acuerdo, pero también dijo que no éramos imparciales”. Después, la pareja tomó asiento en una de las partes más acogedoras del lugar, el cual estuvo cerrado al público durante la estancia de los recién casados, para proporcionarles la mayor comodidad posible.

Los Duques de Sussex, pidieron una entrada de salmón ahumado y, seguidamente, Meghan se decidió por merluza mientras Harry eligió un cordero. A pesar de que inicialmente habían optado por probar los postres del restaurant Delehunt, los duques prefirieron abandonar su deseo debido a que se encontraban repletos después de haber comido las exquisiteces servidas en el lugar. La duquesa se limitó a tomar cerveza Guinness y el príncipe una Coca-Cola.