Como se esperaba, el  amor de padre pudo más que el orgullo, y Diego Armando Maradona finalmente asistirá al casamiento de su hija mayor, Dalma, quien tuvo que volar hasta Dubái para convencerlo de estar presente en su boda. Será el gran invitado de honor de la noche, y como tal, impuso ciertas condiciones.

Al igual que ocurrió en el casamiento de Lio Messi, estará prohibido que los invitados saquen fotos durante la celebración. Ni los celulares estarán permitidos para evitar cualquier tipo de filtración. Antes de ingresar a la fiesta, los invitados deberán dejar en la puerta sus móviles personales, que serán depositados en un cuarto hasta que el evento finalice.

La  condición es irrevocable; Diego sabe que esa noche especial tendrá momentos de tensión de sobra, como el verse con su ex esposa, Claudia Villafañe, con quien mantiene un enfrentamiento en judicial del cual no hay vuelta atrás posible. Él más que nadie sabe que una simple mirada puede hacer nacer miles de historias para la llamada prensa del corazón. Para evitarlo impuso la condición de no cámaras ni celulares.

Un dato que aún no se ha confirmado es si Maradona consiguió imponerse; si Rocío Oliva podrá acompañarlo finalmente. Recordemos que la no invitación de su novia fue la razón del conflicto que lo mantuvo alejado de su hija durante días.

De asistir Oliva a la boda estará sentada junto a Diego, quien a su vez estará sentado muy cerca de Dalma y de Claudia. Una situación que, según Villafañe, puede soportar porque solo desea que su hija sea feliz esa noche.

Vale mencionar que la medida protectora no es para nada segura. Como se mencionó, es una media copiada del casamiento de Messi, y allí hubo filtraciones. Neymar fue el que quebró la regla posteando imágenes en las redes.

¿Pasará lo mismo en el casamiento de Dalma Maradona?