La cantante española Amaia Montero, hace unos meses inicio su octava gira y cuarta como solista “Nacidos para Creer Tour”, empezando por el 15 de marzo en la ciudad de Tenerife, España, pero no la ha empezado tan bien que se diga. Montero el 9 de junio se presentó en Cantabria, España, pero la recepción que tuvo el concierto no fue buena, hubo comentarios y videos negativos del mismo por todas las redes sociales.
Por Twitter, el Rabillo del Ojo subió un video donde se muestra que la española acusa a su banda durante el concierto por estar tocando en otro tono, no obstante le habla a su público en español y a su banda en inglés, y le pregunta a su público interrumpiendo un sencillo:
“¡Esto es un desastre, chicos! Están tocando en otro tono, ¿no?” pero ella asegura, y explica que: “No soy yo… Voy a aprovechar para presentar a mi súper banda, que son maravillosos pero debido a la agenda no hemos podido ensayar demasiado”.
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Después de tan vergonzoso momento, sigue con el concierto, pero su incomodidad la transmitió a su público, ganándose que la desaprobaran y le abucharan por tan mala actitud.
Por las redes sociales se comentó y se habló lo sucedido, cada persona y seguidores de la cantante dieron sus puntos de vista en referencia a lo que de verdad le había pasado a Montero, muchos dijeron que solo fue un mal show para Montero y que solo coincidieron los problemas técnicos, pero otros dicen que fue por problemas de Amaia con el alcohol.
Aunque luego de lo sucedido, la cantante española de 41 años de edad dio sus disculpas por decepcionar a sus seguidores y al público que fue a verla, con estas palabras se manifiesta “Lo siento de verdad. Lo de que haya problemas técnicos en un concierto es lo más habitual del mundo, sobretodo en el primero, cuando no estamos rodados. Pero en estos momentos no sé bien qué decir porque tengo más ganas de llorar que otra cosa….”
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“Desde luego, el que me ha querido hacer daño, lo ha conseguido. Simplemente, darles la enhorabuena”, pero luego dice de forma de que reconoce que se equivocó “En un primer concierto hay muchas cosas que hay que ajustar. Yo tenía problemas de sonido. No me escuchaba. Esto me hizo, evidentemente, desafinar. Pero de ahí a escuchar las cosas que he escuchado, tanto de mí como de mi persona estos días, duele mucho”.
