Por: Mundo.com - 13 noviembre 2018, 16:24
Las celebridades son personas objeto de nuestra admiración. Sean actores, cantantes o simplemente hayan forjado un nombre, su duro trabajo es digno de admiración. No obstante, en ocasiones pensamos que su vida siempre ha sido magnánima con ellos, que nacieron en familiar ricas. Que desde el comienzo todo funciono para ellos, para nada está más lejos de la realidad.
Las celebridades tienen algo en común: trabajan muy duro para estar en el lugar que están. Pero la mayoría de las veces es porque ellos surgieron de lo más bajo, donde no hay nada. No todos nacieron en cuna de oro como Paris Hilton o Ivanka Trump. Algunos tuvieron que dormir en el auto mientras iban a las audiciones, pero ahora están en la cima de las estrellas de Hollywood.
Halle Berry
Halle Berry desde niña estaba obsesionada con ser una actriz de éxito. De pequeña vivía en un barrio del centro de la ciudad de Cleveland, Ohio, donde enfrentaba a diario escenas de racismo en la escuela. Por otra parte, sufrió el abandono de su padre, que le dejó a ella, a su madre a su hermana sin ningún respaldo financiero. Estos fueron los cimientos de la vida de Berry.
Halle Berry Hoy
Un poco mayor decide mudarse a Nueva York por seguir la corriente de otros, sin embargo estaba en banca rota. Por lo que tuvo que buscar ayuda y vivir en un refugio para personas sin hogar por un tiempo. Más tarde pidió apoyo financiero a su madre, pero ella se negó. Ahora tiene un Premio de la Academia en su haber, pero definitivamente trabajó muy duro para eso.
Chris Pratt
El protagonista de “Guardianes de la Galaxia” hoy maneja una fortuna que supera los 12 millones de dólares gracias a sus diferentes protagónicos en el cine. Sin embargo, sus inicios como actor no fueron fáciles. Tras dejar la universidad y trabajar esporádicamente como stripper, se mudó a Hawai, donde vivió en el auto de un amigo por no tener dinero para un alquiler.
Chris Pratt ahora
Para poder costear sus gastos básicos trabajaba tanto como 15 horas diarias. Así que antes de ser famoso, en realidad no tenía hogar y vivía de su camioneta en Hawái. Estuvo en el nivel más pobre hasta que logró figurar en la película Cursed: Part III en 2000. Y desde entonces, su vida nunca fue la misma.