Pasados tres años, la amabilidad ha vuelto a formar parte de los integrantes de la familia Vargas Llosa, quienes durante el año 2015 enfrentaron una estruendosa ruptura cuando Mario Vargas se unió a una mujer haciendo que su hijo Gonzalo Vargas confesara: “lo de mi padre con Isabel Preysler es una relación nacida de una infidelidad”.

Tal afirmación, dejo por los suelos al autor de “La Tía Julia y el Escribidor” y generó un sinnúmero de rencores entre la que fuera su esposa, Patricia Llosa y sus hijos (Álvaro, Gonzalo y Morgana), haciendo que Gonzalo manifestara a los cuatro vientos la tristeza y vergüenza que sintió al ver a su padre ejerciendo el papel de novio de Preysler, echando por los suelos la extraordinaria figura y trayectoria de su progenitor.