Meghan Markle, duquesa de Sussex, quien estaba de cumpleaños, acaparó todas las miradas en la boda del amigo de la infancia del príncipe Harry, Charlie Van Straubenzee. El importante día de la duquesa se unió a este evento y cautivó a todos con un hermoso traje de 390 euros.
Este fin de semana estuvo un poco concurrida la agenda social de los recién casados Duques de Sussex y es que había doble celebración. Por un lado el cumpleaños número 37 de Meghan Markle y por otro la boda de un gran amigo del príncipe Guillermo y Harry conocidos desde sus épocas colegiales en Ludgrove Prep School, ubicado en Bershire. Desde ese momento ha formado parte del cerrado círculo de amigos de los hermanos. Precisamente el padrino de la unión matrimonial fué el duque de Sussex.
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La ceremonia fue celebrada en el condado de Surrey en la capilla St.Mary the Virgin de Frensham. Sin duda unos de los más esperados en el evento fue la nueva pareja real y las miradas se posaron con mayor empeño en la cumpleañera, buscando seguramente saber si había logrado para la ocasión el muy comentado 'efecto Meghan'. Para la boda eligió un elegante vestido tricolor con falda más abajo de las rodillas de la firma Club Monaco, cuyo valor alcanzó los 390 euros. Acompañó su vestimenta con un tocado de Philip Treacy y zapatos de Aquazzura.
Meghan y el príncipe Harry luego de llegar juntos tomaron diferentes papeles en la celebración y es que el duque fue escogido como padrino, quien dio un discurso el cual logro romper con los nervios y la expectación de la ceremonia. Además supervisó y ayudó a los novios en todos los detalles. Cabe recordar que Charlie fue también un gran apoyo con los preparativos del enlace matrimonial de los Duques de Sussex en mayo, mostrándose así el cariño que hay entre ellos, de mutuo apoyo y colaboración.
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En otro orden de ideas, Daisy Jenks, la novia quien se dedica al cine de profesión, lució un hermoso vestido nupcial con un velo a juego bordado con diferentes detalles florales. Su maquillaje fue sencillo y su melena ondulada. También usó un collar que robaba las miradas de sus invitados. Hizo entrada con su padre a la capilla, en donde la esperaban familiares y amigos cercanos, sin dejar por fuera a Meghan Markle la cual ese día su alegría y gozo eran por partida doble.
