A pesar de que el niño murió en febrero de 2017, apenas esta semana es que las autoridades han dado con la real causa de la muerte. El niño estuvo bañándose en una laguna de Mar Chiquita, a tan solo pocas semanas presentó fiebre, dolores de cabeza y vómitos, después fotofobia y sonofobia (intolerancia a la luz y el sonido), fue llevado a un hospital, donde los síntomas se agravaron presentado fallas respiratorias y hemodinámicas, deterioro del sensorio, convulsiones y encefalitis; hasta que finalmente murió. En aquel entonces los médicos diagnosticaron meningitis, sin embargo, después de varias interconsultas entre hospitales se determinó que el niño fue víctima de un caso de meningoencefalitis amebiana primaria (MAP) provocada por el parásito Naegleria fowleri, también conocido como la “ameba asesina” o “ameba come cerebros”. Este caso fue difundido al mundo por la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas (ISID), donde especificaron que es el primero que se registra en Argentina.