Las personas siempre buscan mejorar su físico, y son muchos los tratamientos lícitos e ilícitos que utilizan. Sin embargo, todos no dan los resultados esperados. Recientemente se conoció que una mujer australiana, deseaba mejorar su físico con tratamientos para el rostro y rellenar la zona alrededor de los ojos, pero terminó con ceguera por la inyección antiarrugas.

La aplicación del tratamiento fue realizado por un enfermera, sin estar un médico presente. Por consecuencia del mal uso, la chica fue ingresas al Hospital Prince of Wales de Sidney, donde los expertos intentaron lavarle la vista, pero a pesar de sus intentos fracasaron.

John Downie, médico que atendió el caso, explicó que en ocasiones esta sustancia puede inyectarse sobre un vaso sanguíneo sin notar ello, y que la sustancia pasa por las arterias del globo ocular, bloqueando el paso de la sangre al ojo lo que provoca ceguera irreversible.