París se ha visto envuelta en nieve estos días, y es que desde hace 30 años que no se había visto una nevada de esta magnitud. Algunos parisinos han recibido con entusiasmo este clima frió mientras que otros lo han recibido con frustración. La capital francesa se ha visto atascada en sus avenidas, los vuelos se han retrasado, e incluso el monumento más emblemático y visitado del mundo ha cerrado sus puertas. La empresa encargada de administrar La Torre Eiffel ha expresado por medio de su cuenta en Twitter «Debido a las condiciones meteorológicas, la Torre Eiffel está cerrada para todos nuestros visitantes». Dejando a millones de visitantes con las ganas de disfrutar del magnífico momento.
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El invierno recrudeció en la noche de este martes hasta la mañana del miércoles, dejando una capa de 12 centímetros de nieve. Las medidas de prevención han ocasionado fuertes molestias en los ciudadanos, los trenes recibieron órdenes de reducir la velocidad, los camiones de no circular, y las autoridades previnieron a los automovilistas de reducir sus desplazamientos y a los peatones evitar salir porque corren el riesgo de resbalarse y caer. Por su parte el servicio meteorológico francés puso en alerta máxima a toda la región de la lle de France (Isla de Francia).
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Sin embargo, no todo es caos y precauciones. La nieve a embellecido a la ciudad, los techos están recubiertos de nieves, las plazas, las iglesias, los estudiantes llegan a los colegios con ropa de esquí, inician guerras de bolas de nieve.
Los parisinos no dudaron el buscar sus esquíes y bajar por la Colina de Montmartre, frente a la Basílica del Sacré Coeur, disfrutando de las maravillas de la naturaleza.
Los parisinos no dudaron el buscar sus esquíes y bajar por la Colina de Montmartre, frente a la Basílica del Sacré Coeur, disfrutando de las maravillas de la naturaleza.