Después de haber sido enamorada por un sujeto a través de internet desde que Patricia Aguilar tenía 16 años y aprovechándose de que la susodicha “sufrió la pérdida de un familiar con el que estaba muy unida”, el mencionado sujeto la convenció, una vez cumplió los 18 años, de marcharse a Perú para unirse él, quien sin que la joven se percatara, era el líder de una presunta secta.

De esta forma, Patricia ya siendo mayor de edad, específicamente, el 7 de enero de 2017, abandonó su hogar para unirse a un hombre en Perú que, al ser el líder de una presunta secta, la obligó a pasar dieciocho meses en cautiverio antes de que pudiera regresar a España, siendo rescatada a través de un operativo desarrollado desde la Fiscalía de Tratas de Perú, el pasado 4 de julio.

Patricia, fue encontrada sola y encargándose del cuidado de varios menores, entre los cuales se encontraba su propio bebe, “en condiciones insalubres y los más pequeños estaban sin escolarizar”. La zona en donde se halló a Patricia Aguilar es “considerada como una de las más peligrosas de la selva del Perú”.

A pocos kilómetros de donde se encontraba Patricia, fue capturado “el líder de la presunta secta Félix Steven Manrique, junto a otras dos mujeres”, una de la cuales se encontraba con un avanzado embarazo de ocho meses, ambas bastante delgadas y con marcados signos de haber sido víctimas de violencia.

María Teresa Rojas, abogada de SOS Desaparecidos, ha confesado que: “por privacidad y dadas la circunstancias en las que ha estado la joven durante año y medio, no darán más información al respecto”, lo cual es más que comprensible porque después de lo vivido por Patricia resulta cruel inmiscuirse de forma exagerada en los hechos que padeció. Por ello, la abogada ha solicitado “un poco de paciencia”.