El pasado miércoles 18 de julio, unas cámaras de vigilancia ubicadas en una de las esquinas de la carretera residencial de Recanto das Emas, en Brasilia, capital de Brasil, atestiguaron el momento en el que una joven se deshizo a patadas de un ladrón que intentó arrebatarle su celular.

Por mala suerte -para el ladrón-, Lorrana Bragas practica Jiu-Jitsu y no estaba dispuesta a entregar sus pertenencias tan fácilmente, pues no sería la primera vez que la asaltaran, pero quizás, fue la última.

«Todo sucedió tan rápido, y no estaba pensando con claridad. Pero simplemente no quería entregar mi celular. Le dije que no se lo iba a dar porque era la segunda vez que me robaban», explicó la joven luego de lo sucedido.

Al verla transitar sin ninguna compañía, el delincuente -que presuntamente estaba acompañado por otros cómplices– bajó de un auto e intentó amedrentar a la joven con un arma falsa, pero ésta, sin preocuparse por lo que le pudiese haber ocurrido, reaccionó inmediatamente y le propinó una combinación de patadas que bastaron para hacer correr al asaltante hacia la misma dirección por la cual llegó.