Ciertamente esta penosa historia ocurrió en los Estados Unidos, luego que un hombre asistiera a un centro hospitalario tras presentar fuertes dolores, fiebre y además vómitos. Mientras la pareja pensaba que todo se debía a un proceso viral, los médicos determinaron unas semanas después que tendrían que amputarle los brazos y piernas, debido a que no se trataba de el malestar que padecía no se trataba de un resfriado común sino de una grave infección causada por un microorganismo llamado “Capnocytophaga canimorsus” que le transfirió su propia mascota mediante una lamida.

El “Capnocytophaga canimorsus” es una virus gramnegativa que se encuentra en la flora de las mucosas de los perros y de los gatos. Aunque para estos animales es algo normal, a ellos no les genera ningún malestar.

Ahora bien, en opinión de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, demuestran que el 74% de los perros y el 57% de los gatos poseen este bacilo.