Tal parece, que Italia se está cansando de los visitantes maleducados y ha decidido imponer una serie de reglas en esta ciudad.
La primera sanción fue impuesta por el alcalde de Florencia, quien cansado de la imagen que daban los turistas cuando se sentaban en las calles a comer en pleno centro histórico, decidió multar con 500 euros a todas las personas que desobedecieran a la nueva normativa.
A pesar que esta bella ciudad, tiene consigo un sinfín de restricciones como: Botar basura a la calle, darle de comer a las palomas, marchar en bicicleta, sentarse en las escaleras de las estatuas, realizar picnics en calles o bancos, embriagarse, estar sin camisa o nadar en los canales.
Ahora el Alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro plantea multar entre 50 y 500 euros a todos aquellos que busquen sentarse en el pavimento. La propuesta expuesta por el Alcalde deberá ser analizada y aprobada por la Asamblea Municipal, aunque no todos los grupos están de acuerdo con la medida planteada.
Sin embargo, desde el ayuntamiento explican que la idea busca terminar con los turistas maleducados que crean su propio establecimiento de comida en cualquier lugar, mientras que otra parte piensan que con las restricciones vigentes ya es suficiente.
Sin duda alguna, el objetivo de esta nueva medida es lograr que los excursionistas que visitan cada día la ciudad, la cuiden y respeten y no actúen de manera salvaje y grosera.
Si la propuesta es aceptada, las sanciones oscilarán entre los 50 y los 500 euros, aunque sólo se emplearían en caso de reincidencia.
Si alguien decide pasear por el parque sin camina, debe cancelar una sanción de 200 euros, así como 400 por realizar algún escrito en cualquier monumento, tocar alguna melodía sin tener autorización o botar basura por la ciudad.
En ese sentido, en Venecia ya está organizado un grupo de voluntarios conocidos como “Los Ángeles del decoro” que son los encargados de vigilar y cuidar la Plaza de San Marco con la finalidad de evitar que los visitantes se excedan.
Inclusive existen personas, que se quitan los calzados cuando la marea sube, sin percatarse que el agua que fluye por encima del suelo es una mezcla descendiente de los canales y los sumideros.
En Venecia, existen alrededor de 200.000 personas, pero recibe cada año a más de treinta millones de viajeros, podría decirse que casi a una media de cien mil visitantes diarios, la mitad de la población.