Este producto utilizado en ocasiones como alimento contiene más de un 80 % de grasas saturadas, esto se traduce como un aumento del riesgo de sufrir un gran de enfermedades cardiovasculares.

Con el aumento de las nuevas tecnologías y la globalización, el desarrollo de nuevos productos o servicios, constantes innovaciones en la técnica, en los métodos, y finalmente todo esto repercute en la cultura humana, específicamente en la cultura de consumo, dichas innovaciones no siempre van acompañado de las pruebas necesarias para respaldar su beneficio social, en la mayoría de los casos por los elevados costos de las investigaciones.

Aunque no hay de qué preocuparse, en recurrente en el mundo científico hacer constantes investigaciones y análisis de los diferentes productos de consumo, en algunas ocasiones los resultados han sido alarmantes ocasionando malestar social, en la cotidianidad dichas investigaciones ayudan a mejorar los estándares de desarrollo y la calidad de vida.