Te compartimos una serie de fotos que confirman que en muchas ocasiones, los animales pueden llegar a ser más celosos que cualquier humano que conozcas.
Los celos son una sensación que surge tras no tener lo que tienen otros, según la real academia es la tristeza o pesar del bien ajeno o por el deseo de algo ajeno. Dicen que es un sentimiento muy propio de los humanos, pero estas fotos demuestran lo contrario.
Desde que llegó el humanito se olvidaron de mí
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Ya lo hemos visto antes: el instinto que se despierta en el gato que decide estirarse sobre el teclado cuando llega el momento de trabajar, o la danza frenética que protagoniza el perro cuando uno se relaja un rato para ver una película.
¿Alguien se recuerda que yo también vine a la playa?
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Apenas sienten que la atención se diversifica, los celos se apoderan de nuestras mascotas, o al menos eso es lo que parece. Y existen varias dudas sobre si los animales sienten o no celos.
¡Oops! La foto de Anna se cayó
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Los expertos en comportamiento animal aún se mantienen escépticos acerca de si los animales domésticos son presas de ese mismo monstruo que atrapa a los humanos.
¡Vamos mami! Yo también puedo ser divertido
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. Estudios de psicología animal también han determinado que una amplia variedad de especies manifiestan sentimientos como miedo, sorpresa, alegría y pánico. Pero es posible que las mascotas tengan la capacidad de experimentar sentimientos más complejos como celos.
¿Qué le miras a mi dueño mujer?
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Numerosos estudios, entre ellos uno llevado a cabo por el propio Paul Morris, profesor de psicologia, han mostrado que más allá de los primates, otros animales pueden experimentar emociones secundarias como culpa, vergüenza y orgullo.
¡Frisco siempre es el favorito por sus caras de gato bien portado!
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Sin embargo, a diferencia de lo que sucede al emplear respuestas neurobiológicas o psicológicas para evaluar los sentimientos primarios como el miedo o el enojo, los datos obtenidos sobre emociones secundarias en animales derivan de registros humanos sobre lo que ellos piensan que experimentan las mascotas.
¿A qué hora cenamos?
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Ya sea que lo llamemos celos o no, las mascotas sí se angustian y esperan de sus dueños mucho más que comida y refugio. Ellos tienen un lazo muy fuerte y emocional con sus dueños.
Solo porque tiene ojos celestes le prestan atención...
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Comprender las necesidades emocionales de una mascota es importante en la medida que nos preocupe el bienestar del animal. El estrés se manifiesta a través de síntomas como aceleración del ritmo cardíaco, hipertensión y alteraciones en funciones gastrointestinales y reproductivas.
¿Qué hace ese gato negro en mi cama?
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Los grandes cambios, como la llegada al hogar de un bebé, pueden causar ansiedad en las mascotas, conducta que puede percibirse como envidia. Es importante demostrarle que no se le está quitando cariño.
¡Un beso triple!
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Algunos perros actúan en forma posesiva con las personas y cosas que valoran y pueden mostrarse agresivos con cualquiera que amenace lo que es suyo, afirma Dorothy Litwin, especialista en comportamiento animal.
¿Quién es ese gato que estás viendo en Internet?
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Preparar a los animales puede ayudar a suavizar la transición.Se recomienda anticiparse a la manera en que cambiará la rutina e incorporar nuevos patrones a la mascota. Si el perro no podrá subir más al sillón cuando llegue el bebé o la otra mascota, comenzar a indicarle que se recueste en su cama por la noche con un hueso o un juguete.
Moriré de depresión si no me acaricias
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La presentación de una nueva mascota también puede ser un proceso que genere tensión. Litwin comenta que una de sus perras gruñe o mira con furia cuando ellas se acurrucan juntas en el sillón y un cachorro más pequeño intenta sumarse.
¿Y si vamos por un paseo en lugar de ver tu teléfono?
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Dedicar tiempo a cada perro individualmente puede ayudar, al igual que participar de actividades divertidas con ambos perros para favorecer su vínculo. Y felicitarlos con afecto cuando logran convivir en armonía desalienta las rivalidades.
¡Antes me abrazabas más a mí!
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Tenemos que recordar que los celos son funciones cerebrales inferiores y, por lo tanto, están presentes en los seres humanos y en muchas y variadas especies.
¡Ay sì! ¡Ay sí! Le doy gorrito a Larry....
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Por eso, es muy frecuente que las mascotas experimenten francas y reconocibles escenas de celos cuando sienten que no están siendo el centro de atención de sus amos o compañeros.
¡Para que no se les olvide que sigo aquí!
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Por ejemplo, cuando la cigüeña llega a la casa, es común que las mascotas celen al nuevo integrante del hogar. También los celos se hacen presentes cuando llegan otras mascotas al hogar, aun cuando sean de otras especies.
¿Ya terminaste el libro humana?
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En Psicología se definen los celos como el miedo o la reacción de rabia que se produce en un individuo cuando teme perder a su pareja.
Otra vez Chori llamando la atención del amo
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Normalmente se piensa que los celos son una reacción característica de la especie humana, aunque lo cierto es que este comportamiento también se da en muchas especies animales y es una predicción lógica de la teoría evolutiva.
¡Qué mal se ve Spike pidiendo cariño!
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Incluso en aquellas especies tradicionalmente consideradas como monógamas y fieles, como las aves marinas, son frecuentes las infidelidades y también las reacciones de celos y de agresividad hacia los posibles intrusos.
¡Yo nunca quise que se casaran!
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El significado de los celos es distinto para los machos y para las hembras, en los machos el miedo a la infidelidad ocurre ante la incertidumbre de la paternidad mientras que en las hembras esa incertidumbre no existe ya que los hijos serán siempre de ellas.