La idea de ir al doctor por un chequee es tan abrumante para los humanos como para los perros, y es que ir en camino hacia el veterinario en vez de al parque es tan decepcionante que es imposible no mostrar inconformidad en las expresiones faciales, y menos cuando te agarran por sorpresa.

Al igual que los humanos, estos perros nos muestran su cara de decepción al enterarse que van camino al veterinario para esas revisiones mensuales en las heladas clínicas que no son nada agradables. Sus expresiones nos lo dicen todo, y la verdad es que los entendemos, también odiamos esas visitas inesperadas, pero todo sea por la salud.