Gatos. ¿A quién no le gustan? Son tiernos, muy listos y únicos. Tan solo mirarlos hace que el corazón de uno empieza a derretirse de amor. Nadie sabe cómo mejora el humor su compañía y el sonido que emiten cuando ronronean. Es el mejor de los remedios en contra de los días malos.

Son los que salvan a muchos de nosotros cuando entramos en mal humor típico de otoño: sólo los gatos saben mejorar la actitud e incitar a sus propietarios a seguir adelante. Además de ser unas bonitas mascotas, a menudo -y sobre todo- son unos buenos amigos del hombre.

Si tú también te sientes afortunado de poder llamarte propietario de un gato, seguramente sabes también que los felinos saben ser bastante maliciosos y meterte en líos. De hecho, tenemos preparados 22 argumentos que van a favor de dicha opinión y la comprueban de manera muy gráfica.