La reciente separación de Majorie de Sousa y Julián Gil fue una situación traumática que hemos conocido a través de rumores y conjeturas, ya que la pareja fue bastante reservada respecto al proceso. Apenas un comunicado de cada uno fue todo lo que tuvimos para conocer lo que sentían al respecto desde sus puntos de vista.

La separación se dio a conocer por medio del publicista de Marjorie, y fue nada menos que un 14 de febrero. La historia en general fue bastante larga y desagradable y desembocó en un juicio por la tenencia del hijo que tuvieron en común, Matías, el cual era un recién nacido al momento de la ruptura.

Ahora parece que la tormenta ya pasó, y cada uno, por su lado, intenta recomponer su vida. Suben fotos de sus actividades  en sus redes sociales y se muestran bastante felices.

La actriz, por su lado, se encuentra bastante ocupada con sus numerosos proyectos personales. Continúa con la grabación de la novela Súper Papá, de la empresa Imagen TV, donde tiene un papel estelar junto a Jorge Salinas. Tiene programado estar presente en varios eventos, entre ellos los Latin American Music Awards.

En su Instagram podemos ver varias fotos que ha subido en los últimos días acompañadas de frases optimistas. Las imágenes son realmente bellas y en su última publicación mostró un momento de nostalgia al subir un capítulo de la primera novela en la que actuó. Parece que por fin está logrando olvidar los oscuros días en la corte.

Julián Gil está absolutamente comprometido con su carrera también. Además se ha metido de lleno a la tarea de realizar acciones benéficas. Participa en numerosos eventos privados para marcas prestigiosas de todo el mundo, y ya tiene planeado estar presente en las fiestas de Miami para el año que viene.

En su cuenta de Instagram, lo podemos ver en fotos donde se muestra feliz y motivado. Hasta subió una hilarante foto donde está comiendo un algodón de azúcar gigante. Las cosas parecen mejorar en muchos sentidos para el actor, ya que ahora también puede ver a su hijo fuera de la casa de convivencia que había impuesto la corte.