Tex Harold Gillian es el dueño de tres adorables perros que rescató cuando era joven y son sus compañeros inseparables. Lo que no sabía era que un perro viejo aún puede aprender trucos y que este truco le iba a costar una visita al hospital de El Paso.

El accidente sucedió cuando Sony se dirigía con sus fieles compañeros a un viaje de cacería. Todos iban en su camioneta y los perros se encontraban en el asiento trasero, al igual que la escopeta. Al parecer la pata del perro se atascó en el gatillo del arma y sin querer la accionó.

Gillian dijo en una entrevista a ABC News «la bala pasó a través de mis costillas y mi pulmón y me destruyó la clavícula del lado derecho. Tenían un gran hoyo en el cuerpo, podía ver la sangre y también la podía sentir». El accidente dejó al hombre de 74 años con 3 costillas rotas, un pulmón lesionado, la clavícula rota y tres perros muy agitados.

PHOTO: Tex Gilligan, 74, of New Mexico is treated at the University Medical Center of El Paso in Texas after he was shot when his dog accidentally triggered a gun in the back of his pickup truck while on a hunting trip in the desert near Las Cruces.

El accidente sucedió cuando se dirigían a Las Cruces a cazar conejos. Gillian dice que cargó su pick-up y los tres perros, Charlie, Scooter y Cowboy, se subieron al asiento del pasajero. Pero, en el camino, la pata de Charlie se trabó en el gatillo de la escopeta y este la accionó sin querer. Al principio el dueño no sabía lo que estaba sucediendo y pensó que alguien fuera del auto le había disparado, pero el camino estaba desolado.

Por suerte, llevaba consigo su teléfono celular ya no acostumbra llevarlo a los viajes de cacería. Sin embargo, esta vez lo llevó para poder hablar con su hijo por si tenía algún problema. Así que logró llamar al 911, el número de emergencias, y pedir ayuda. Las autoridades llegaron rápido a la escena y lo trasladaron a un hospital donde lograron salvarle la vida.

El incidente se está investigando y por el momento se mantiene la teoría que todo fue un accidente bizarro en el cual el perro Charlie disparó a su dueño en el pecho. Gillian no tiene ningún tipo de resentimiento hacía su perro y luego de este accidente lo sigue queriendo igual que siempre.