Internet, como todas las herramientas creadas por los seres humanos, tiene el potencial tanto para ser una bendición como para destruir y dañar. La principal tarea de esta red electrónica virtual fue, y sigue siendo, mantener comunicadas a las personas. El siglo XXI ha sido testigo de cómo las distancias, antes insalvables, se han ido achicando.

Personas que viven en países diferentes y, quizás en continentes distintos, ahora pueden encontrarse y relacionarse en el mundo virtual. Un ejecutivo financiero puede vivir en New York y trabajar en Tokio. Un fotógrafo puede tomar una instantánea en una planicie de África para que sea publicada ese mismo día en Ámsterdam. Jamás el mundo había estado tan interconectado como ahora.

Muchas personas se han valido de internet y de las redes sociales para encontrar a familiares y amigos con los cuales habían perdido contacto por diversas razones. Estos novedosos medios de comunicación han servido para que viejos amigos que, por avatares de la vida habían perdido contacto, puedan reencontrarse.

Este es el caso de una suscriptora de Twitter llamada Brianna, que publicó hace un par de días este tuit solicitando información sobre una amiga de la infancia.

Brianna estaba en búsqueda de Heidi, una niña que conoció durante uan cena en crucero a Hawai en el 2006. En el tuit pedía ayuda para «recuperar a mi mejor amiga porque la echo de menos y necesito saber qué es de ella ahora». Brianna solicitó a sus seguidores y amigos que retuitearan (restransmitieran) su solicitud para facilitar la búsqueda.

La chica estaba esperanzada en que podría volver a hablar con su querida amiga, pero jamás se podía imaginar que, en apenas 48 horas, su mensaje hubiera alcanzado los 117.000 retuits y más de 380.000 interacciones

La petición de Brianna se hizo viral y las redes sociales hicieron de nuevo el milagro. Heidi no utilizaba Twitter, pero unas amigas le dieron la noticia de que una chica había publicado una foto en la que salía ella de pequeña. En seguida, Heidi se apresuró a reactivar su vieja cuenta de Twitter, que hacía años que no usaba, y subió el siguiente tuit:

«Oh, Dios mío, mi corazón está tan feliz», contestó Brianna a la respuesta de Heidi que decía «He escuchado que me estabas buscando».

Unas amigas que estuvieron separadas por 12 años pudieron encontrarse gracias a Twitter y a la colaboración de miles de usuarios. Esperamos que esa amistad pueda renacer con fuerza que las amigas unidas por las redes no vuelvan a separarse.