Todo apuntaba a que era una bella obra de caridad, pero terminó siendo una estafa. Más de 14.000 personas fueron engañadas con la ayuda de numerosos medios de comunicación que ayudaron, sin saberlo, a la falsa cruzada humanitaria.

En noviembre de 2017, una pareja de “buenos samaritanos” inició una campaña para ayudar a un  mendigo que los había socorrido en una solitaria carretera cuando se quedaron accidentados por falta de gasolina.

Kate McClure y Mark D’Amico, decidieron ayudar al pobre hombre recolectando dinero en las redes. De esta manera podían agradecerle su desprendido gesto. Publicaron una fotografía de McClure junto a Jhonny Bobbitt, un veterano de guerra adicto a las drogas, que llevaba varios años viviendo en las calles.

El texto de la campaña narraba que Bobbitt había usado sus últimos US$20 para ayudar a Kate y Mark, quienes se habían quedado sin gasolina.

La conmovedora historia y la imagen enternecieron el corazón de miles de personas quienes donaron más de US$400.000, una cifra muy por encima de la meta original de 10.000 dólares. Con el dinero recogido, McClure y D’Amico le compraron ropa y una camioneta a Jhonny.

Además, prometieron a los donantes que depositarían la cuantiosa suma recaudada en dos entidades financieras y que usarían una parte para contratar asesoría financiera que ayudara a Bobbitt a manejar correcta y eficientemente los fondos obtenidos.

La presunta campaña humanitaria «parecía ser demasiada buena para ser cierta», dijo este jueves el fiscal que lleva el caso, Scott Coffina. «Desafortunadamente, así fue», remató.

La falsa historia comenzó a desmoronarse cuando Bobbitt emprendió acciones legales contra su pareja benefactora, alegando que Kat y Mark estaban usando el dinero como su para gastos personal extravagantes y suntuosos.

La historia dio un giro a un más retorcido, cuando las autoridades que investigaban el caso se dieron cuenta de que en la estafa estaban involucrados los 3 personajes.

Al parecer, la pareja y el supuesto indigente planificaron la estafa desde un principio. La policía cree que la imagen que usaron en la campaña de recolección fue tomada en los alrededores de un casino frecuentado por McClure y D’Amico y que Bobbitt solía rondar.

El fiscal Coffina dijo que las investigaciones encontraron que McClure y D’Amico gastaron el dinero en un automóvil, varios viajes, artículos de lujo y apuestas. Se presume que a Bobbitt apenas le correspondieron unos US$75.000.

Miles de mensajes de textos sirvieron a la policía como prueba del crimen. En ellos se hace patente que la pareja de estafadores tenía grandes deudas y que estaban en la bancarrota.

D’Amico y McClure planeaban, además, publicar y comercializar un libro sobre la historia. A pesar de que la situación de calle en la que vivía Bobbir era real, el juez lo acusó de complicidad en la estafa. «Toda la campaña estuvo basada en una mentira», dijo Coffina, quien cree que falsa campaña se planeó con un mes antes de antelación a su lanzamiento.

Ahora, los tres involucrados enfrentarán cargos por estafa y conspiración; por los cuales podrían recibir penas entre 5 y 10 años.

Bobbit permanece detenido, mientras que McClure y D’amico quedaron en libertad condicional en espera de la audiencia ante juez el 24 de diciembre.

Para beneplácito de muchos contribuyentes engañados, la plataforma en línea Go Fund Me, que ayudó a la recolección de los fondos, confirmó el dinero les será devuelto.