A todos nos encanta jugar con las ilusiones ópticas. De hecho, se publican libros completos para los amantes de estas singularidades visuales. A pesar de que estos juegos ópticos se han vuelto virales a través de las redes, se trata de un fenómeno descubierto desde la antigüedad.

A continuación, una ilusión muy bella e interesante:

Mira fijamente el al punto blanco en el centro de la imagen durante diez segundos. Verás que parece rotar en sí misma. Ahora mira la imagen del famoso cuadro ‘La noche estrellada’ de Van Gogh. Verás cómo se mueve también.

Seguramente no es primera vez que experimentas este fenómeno, pero nunca dejarás de sorprenderte. Se le conoce como efecto “óptico post-movimiento”, y lo se produce cuando miramos fijamente a algo que está en continuo movimiento y luego miramos algo que está quiero.

No existe una explicación científica clara con respecto a este tipo de fenómenos. Sin embargo, algunos expertos proponen que se deben a que el ojo y el cerebro necesitan un tiempo para cambiar lo que percibimos tras someternos a espirales en movimiento.

Una ilusión óptica puede ser de carácter fisiológico asociados a los efectos de una estimulación excesiva en los ojos o el cerebro (brillo, color, movimiento, etc.) como por ejemplo el encandilamiento tras ver una luz potente, o de origen cognitivo en las que interviene nuestro conocimiento y preconceptos de lo que nos rodea (como el Jarrón de Rubin en el que percibimos dos perfiles humanos o un jarrón según lo que enfoquen nuestros ojos).

Muchos artistas han aprovechado las ilusiones ópticas en el desarrollo de su obra, entre ellos: Salvador Dalí, Seurat, Jesús Soto, Carlos Cruz Diez, M. C. Escher, Giuseppe Arcimboldo, Oscar Reutersvär, Octavio Campos, entre muchos otros.

Las ilusiones ópticas no están sujetas a la voluntad y sus efectos pueden variar entre una persona y otra dependiendo de factores como: daltonismo, la agudeza visual, la campimetría, problemas visuales, etc. Entender estos fenómenos es de gran utilidad para entender las limitaciones del sentido de la vista y de la percepción humana. El cerebro humano solo puede concentrarse en un objeto a la vez, por lo que, cuando se presentan muchas formas en una sola imagen, se produce una confusión que origina el fenómeno de la ilusión óptica.

Las ilusiones ópticas fisiológicas ocurren durante la conexión entre hemisferio derecho y el izquierdo del cerebro; la divergencia en la percepción de ambos lados produce el efecto ilusorio.