En 2017 un gran revuelo se apoderó del mundo de la moda cuando salió la primera edición de Vogue Arabia y para la imagen de la tapa eligieron a la modelo Gigi Hadid.

Toda la comunidad de fanáticos se vio exaltada por la fotografía donde la bella mujer posaba llevando un hijab, un velo tradicional musulmán. La ocasión trajo a colación el tan mentado debate acerca de la apropiación cultural en el mundo de la moda. La crítica más que nada venía por el lado de que la prenda en cuestión no es un artículo de uso estético si no un atuendo religioso.

La modelo tiene sangre mitad árabe y mitad holandesa. No obstante, para los “haters”, como ella llamó a quienes la criticaban, esto no tenía importancia. Fueron muchos los que se sintieron ofendidos por esta portada y criticaron a Hadid en cuanto la revista empezó a recorrer el mundo.

“Cuando grabé la portada de Vogue Arabia, no era” lo suficientemente árabe “para representar a esas chicas, aunque soy medio palestina”, declaró la modelo durante un evento humanitario en Sidney, Australia.

En aquel momento muchos mostraron también su apoyo, como lo reflejan las palabras de un comentario de las redes sociales que reza:

“La mayoría de las personas se sentirían orgullosas si alguien admirara su herencia… ¿cuándo este mundo se volvió tan jodidamente lastimado por CADA cosa de mierda? Ella no está lastimando a nadie”.

El tema pasó hace ya un año pero parece que el impacto de estas críticas sigue presente en su mente, ya que hace poco salió a dar una contundente respuesta a aquellos que se lanzaron sobre ella por su foto. Durante la gira de Reebook X Gigi be more human, la joven de poco más de 20 años dijo en una entrevista:

“Aunque tenga el pelo rubio… sigo llevando los valores de mis antepasados” y por si quedaba alguna duda respecto a su punto, agregó: “que no soy suficientemente palestina para la portada de Vogue Arabia… J****se los que piensan de esa manera”. Con esto, parece que el debate queda definitivamente cerrado en este asunto.