A menos de dos semanas de la gran final que definirá al ganador indiscutible de la Copa Libertadores, Andrés Calamaro, figura que viene arrasando en los medios con el lanzamiento de su último disco, habló en una entrevista para Partido a Partido y dio su sincera opinión acerca de toda esta fiebre futbolera que está desatando el súper clásico.

Le preguntaron de todo y, como es habitual en él, Andrés tenía una respuesta ingeniosa para todo. A lo largo de la entrevista, el músico deja en claro que su postura va más allá de los fanatismos.

«El amor por los colores de un club es indescifrable y es todo lo contrario. Para mí un Clásico siempre es un Clásico. Yo como observador cosmopolita los observo y respeto esa energía, así juegue el Madrid-Barça, el Boca-River o el que sea… En Rosario, el Clásico es Newell’s contra Rosario Central. Pero Boca y River trascienden, hay aficionados de los dos en toda Argentina. Personalmente, lo veré por televisión si puedo y si alguien tiene el excelente gesto de querer llevarme al estadio por supuesto que voy a ir».

Con esta frase abre la entrevista el autor de Alta Suciedad. Pone todas las cartas sobre la mesa de entrada, como es costumbre en él, y evita las posturas fundamentalistas. Más bien se describe a sí mismo ─como bien dice en la ya citada frase─ como un “observador cosmopolita”.

Calamaro esquiva con gracia al entrevistador cada vez que éste intenta sonsacarle una respuesta que revele para qué equipo se inclina más. Pero siempre su postura es de cierta indiferencia para con la tan mentada súper final.

Hacia el final de la entrevista, Andrés hace una última reflexión para disipar toda duda acerca de su postura, y en esta frase parece decirlo absolutamente todo, como ya es costumbre en él, y es que parece que su doble ciudadanía termina permeando siempre su visión de la realidad.

«Puede resultar una respuesta un poco insulsa, pero para mí es como una final de tenis. No estoy particularmente identificado con otros colores que no sean los de los ‘Diablos Rojos’ del Barrio de Avellaneda (Club Atlético Independiente). También me confieso madridista y bético, porque tengo amigos en Sevilla, y del Cádiz por Mágico.    «.