La ciudad india de Deshnoke, en el estado de Rajastán, pasaría desapercibida para el visitante de no albergar uno de los templos más curiosos e impactantes de India: el templo de Karni Mata. Popularmente conocido como “templo de las ratas”, en él viven más de 20.000 especímenes de estos roedores, dueños y señores indiscutibles del lugar.

Según la creencia local, las ratas son las reencarnaciones de la mística hindú Karni Mata y sus primeros seguidores, motivo por el cual se las cuida, alimenta y venera, hasta tal punto que si alguien mata, accidentalmente o no, una de ellas, debe reemplazarla inmediatamente por una réplica de oro o plata, con el fin de expiar su culpa.

El templo se encuentra a unos 30 kilómetros de la ciudad de Bikaner, en Rajasthán. En la taquilla, los visitantes deben dejar los zapatos debido a lo sagrado del lugar que tiene más de 600 años de antigüedad. Algunos ratoncitos beben leche en grandes tazones, otros duermen acumulados en un rincón, mientras los demás corren por todas las galerías.

Los traviesos animalitos rozan la piel de sus visitantes. Se les ponen delante, se suben a las rejas y saltan desde ahí. Es su espacio, no tienen miedo a las personas, en cambio, estas las miran con respeto e incluso, les llevan ofrendas y rezan delante de ellas. Las ratas blancas son interpretadas como la diosa Karni Mata o a un espíritu cercano a ella, por lo que son signo de buena fortuna.