Los ánimos se caldean mientras avanzan los días y se acerca la gran final de la Copa Libertadores, que este año ha alcanzado tintes épicos, debido a que los dos equipos que se enfrentarán por la copa son nada más ni nada menos que Boca y River, el gran clásico porteño. Y en medio de toda esta tensión, Wanda Nara decidió hacer una serie de publicaciones en su cuenta personal de Instagram, que dejaron a sus 4 millones de seguidores totalmente encendidos.

Todo empezó con la suspensión del partido, debido a las fuertes lluvias. La ansiedad se multiplicó por mil, en tanto los hinchas tuvieron que esperar un día más para poder ver el tan ansiado enfrentamiento.

Pero la anécdota del momento fueron las fotos que Wanda Nara subió a su Instagram durante el sábado después de que se anunciara el desafortunado cambio de fecha para el partido.

La primera fue una foto donde lucía los colores del Xeneize. Inmediatamente los hinchas de boca comentaron aullando de gusto mientras los millonarios comentaban con desdén y frustración por la elección de bando de la modelo y esposa de Icardi. Junto a la imagen, escribió: «Mañana se juega el clásico nuestro. Por mi familia y amigos de Boca».

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A pedido de mi hijo y Por Familia y amigos de .. #Boca

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Todo fue festejo para los fanáticos de azul y oro hasta que, no mucho tiempo después, Wanda volvió a subir otra foto, cuando todavía ni siquiera se habían enfriado las reacciones por la primera. En esta aparecía con la camiseta de la selección argentina, que ya luce su actual marido y la frase que la acompañaba rezaba: «¡Porque es nuestro! ¡Mañana le mostramos al mundo el clásico de los clásicos!»

Y por último, Wanda Nara se había guardado la sorpresa más pesada para el final: una imagen donde calzaba la camiseta  roja y blanca con las palabras que eran como una puñalada helada para todos los hinchas de boca y a la vez un trago agridulce para los simpatizantes del River Plate: «Y por mí, millonaria».

Los comentarios estallaron. Nadie sabía que decir pero un comentario lo dijo todo en muy pocas palabras: “ni tu marido se atrevió a tanto”. No se sabe para qué equipo hinchará este fanático, pero no cabe duda alguna de que supo meter el dedo justo en la llaga.