Vivimos en una época en la que a diario nos sorprendemos con nuevos avances tecnológicos y descubrimientos impactantes. Lo curioso es que, a veces, esas soluciones revolucionarias se basen en el desarrollo de aplicaciones que nuestros antepasados, con muchísimos menos medios, ya utilizaban en su rutina diaria. Ese es el caso del proyecto Groundfridge, que es algo así como una nevera de carácter subterráneo diseñada por el holandés Floris Schoonderbeerk, un utensilio ecológico y sostenible que permitirá almacenar grandes cantidades de alimentos frescos, sin necesidad de utilizar electricidad.