La forma en la que hablamos se va modificando según la época, pero hay frases que nunca pasan de moda, y aquí te compartimos varios famosos refranes mexicanos que te gustará recordar.
Entérate y vuelve a aplicarlos a tu vida.
Refranes mexicanos que debes recordar
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Los refranes populares mexicanos muestran mucho de la personalidad colectiva, y en muchas ocasiones, estas generalizaciones arrojan importantes pistas de sabiduría nacional.
- A bobos y locos no les tengan en pocos
- A chillidos de marrano, oídos de carnicero
- A darle que es mole de olla
- A Dios rogando y con el mazo dando
- ¿A quién le dan pan, que llore?
- Al que no habla, Dios no lo oye
- Al nopal lo van a ver sólo cuando tiene tunas
- Vale más paso que dure, y no trote que canse
- A fuerza, ni los zapatos entran
- Caras vemos, corazones no sabemos
- Candil de la calle, oscuridad de su casa
- Chango viejo no aprende maromas nuevas
- Cuando el río suena, es que agua lleva
- Cuando te toca, aunque te quites, y cuando no te toca, aunque te pongas
- Contigo la milpa es rancho y el atole champurrado
- De tal palo, tal astilla
- De grano en grano, llena la gallina el buche
- Decías que no y hasta la trompita parabas
- Dios aprieta, pero no ahorca
- Dios los hace y ellos se juntan
- Donde manda capitán, no gobierna marinero
- Donde me la pintes, te la borro
- El hábito no hace al monje
Los refranes más curiosos y sabios
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La RAE define los refranes como un dicho agudo y sentencioso de uso común. Su origen específico no se conoce, pero en todas sociedades existen algunos particulares.
- El que conoce lo excelente, lo bueno le parece regular
- El que anda con lobos a aullar se enseña
- El león cree que todos son de su condición
- Ése no da paso sin huarache
- En caliente, ni se siente
- En algún sitio, hasta el más chimuelo masca tuercas
- El que saca y no mete, busca y no encuentra
- El que nace pa’ tamal del cielo le caen las hojas
- El que nace pa’ maceta no pasa del corredor
- El que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija
- El muerto y el arrimado, a los tres días apestan
- Haz el bien sin mirar a quién
- Más vale malo por conocido, que bueno por conocer
- Matrimonio y mortaja, del cielo bajan
- No me traigas tus naguales que se chahustlean las milpas
- A chillidos de marrano, oídos de carnicero
- La mula no era arisca, la hicieron
- La ociosidad es la madre de todos los vicios
- Lo ofrecido es como podrido, nadie lo quiere
- Nadie compra la vaca si le regalan la leche
- Nadie escarmienta en cabeza ajena
- Ni tarea que no te den, ni caballo que tu no ensilles
- Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre
- No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que los aguante
- No hay mal que por bien no venga
- No por mucho madrugar amanece más temprano
- No le busques mangas al chaleco, ni tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro
- No soy monedita de oro para caerle bien a todos
- No des vuelta al malacate porque se te enredan las pitas (MUY) no compliques las cosas
- Piedra que rueda no cría moho
- Piensa mal y acertarás
- Para que la cuña apriete, ha de ser del mismo palo
- Pa’ qué gastar pólvora en diablitos
- No le pidas peras al olmo
- No todo lo que brilla es oro
- Torres más altas han caído…
- Todo por servir se acaba… y acaba por no servir
- Tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata
- Sólo el que carga el cajón sabe lo que pesa el muerto
- Si quieres a alguien conocer, dale poder…
- Si el niño es chillón, ¿para qué lo pellizcan?
- Si la envidia fuera tiña, ¡cuántos tiñosos habría!
- Venado lampareado es difícil de cazar
