Aunque muchas veces queramos negarlo, somos muy parecidos a nuestros padres u otros familiares, y es que el poder de la genética es asombroso, y lo podemos notar al ver las fotografías de nuestros abuelos, tíos y papás cuando eran más joven y compararlas con nosotros ahora.

Estas fotos nos muestran el gran poder de la genética, con fotos de diferentes generaciones que parecen ser las mismas, o incluso la misma persona. Y es que no podemos negar el gran parecido que tenemos con nuestros padres, incluyendo las expresiones que hacemos.