Cuando eres niño no te importa que todo el mundo vea cuanto amas a tus papás, no te molesta abrazar y besar a tu mamá en público, mucho menos recibir halagos de tu papá. Pero cuando crecemos esto cambia totalmente y se convierte en algo vergonzoso para ti, eso debe de cambiar y debes aprender la razón principal.

Cuando crecemos y pasamos por todo el proceso de la madurez, la pubertad, adolescencia y adultez, nuestra vida cambia, vives nuevas experiencias que te cambian como persona, te hacen mejor o peor. Esto te encierra en un mundo y te aleja de tus padres, te olvidas de la importancia de demostrarles tu amor. Todo padre sería feliz escuchando estas hermosas palabras.