Compras, compras, y más compras, seguramente alguna vez te han insinuado que tienes problemas al comprar, pero si posees al menos cuatro de estas señales, no cabe duda, eres shopaholic.
Trabajas de lunes a viernes solo para poder comprar los fines de semana
Eres una persona muy trabajadora, pero debes aceptar que tu motivo principal para dar todo en el trabajo, ganarte los bonos, premios, y demás beneficios de tu oficina, es solamente poder comprar todo lo que quieres y sin preocupaciones. Incluso has pensado que trabajas entre semana para que el fin de semana puedas gastar tu dinero en ropa, bolsas, zapatos y demás.
Nunca puedes decir que no cuando te ofrecen algo
Es imposible que digas que no cuando alguien te ofrece algo, incluso has comprado cosas que realmente nunca usarás o no necesitas solo porque no puedes negarte a comprarlo. Puede ser por pena, o por adicción, pero sea lo que sea que te ofrezcan, comprarás algo.
Por la razón anterior, cuando tus amigas venden algo te lo ofrecen de primero
No solo eres la clienta favorita de las tiendas, sino de tus amigas, porque ellas saben que sea lo que sea que vendan, tu comprarás más de algo. A veces deseas que nadie te llame para ofrecerte alguna cosa, porque te cuesta muchísimo rechazar la oferta.
Tienes un correo lleno de mensajes de tiendas de ropa y demás
Si diariamente recibes muchos correos de tiendas en tu email es porque seguro eres un cliente frecuente, y te encanta estar al pendiente del ingreso de las nuevas colecciones y productos.
Nunca, pero nunca, sientes que tienes suficiente ropa
Puedes tener muchos armarios llenos de ropa, zapatos, bolsos y demás, pero jamás vas a sentir que tienes suficiente ropa; incluso, tienes muchas prendas sin estrenar, pero sientes la necesidad de comprar más. ¡Nunca es demasiado para ti!
Tienes prendas que ni siquiera recordabas que habías comprado
Llega un momento en el que te das cuenta que tienes ropa que ni siquiera recordabas haber comprado, esa emoción que te provoca ver de pronto una tanga de encaje que quién sabe para qué compraste, pero nunca estrenaste.
No puedes ir a un centro comercial sin comprar algo
Vas al centro comercial con tus amigas, y entre los planes no tenías entrar a esa tienda que tanto te gusta, pero ya estando ahí solamente quieres ver qué encuentras. Tus amigas ya saben que ir contigo al mall significa alguna compra segura, no puedes resistirte.
Tampoco puedes ir a una tienda y comprar solo una cosa
Quizá tu plan era solamente ir a esa tienda por el suéter negro que deseabas para tu outfit de esta noche; sin embargo, encontraste algunas cosas a las que no podías decirles que no, y tuviste que salir con más de un objeto en la mano, es la ley de tu vida.
Tu mayor inversión es tu armario
Puedes tener autos, casas, muebles, teléfonos, pero no puedes engañar a nadie, la mayor inversión de tu dinero está en tu armario, y seguramente muchas de tus amigas lo saben, y desean con todo su corazón tener un pedazo de esa inversión que tanto tiempo te ha llevado construir.
Cuando compras algo no lo quieres... ¡Lo necesitas!
Comprar por necesidad es tu lema, aunque sabes muy bien que no es verdad. No es que necesites algo, es que realmente lo deseas, pero cuando lo ves, algo en tu cuerpo siente que es totalmente necesario para vivir, aunque sea algo superficial.
Cuando estás triste... Compras
No necesitas ir a terapia con un psicólogo, porque tu mejor terapia es ir al centro comercial y comprar como loca durante toda la tarde, todos lo saben, y también saben dónde encontrarte cuando estás triste.
Cuando estás feliz... Compras
En realidad cuando estás feliz también compras, es que no hay mejor manera de celebrar una victoria que comprando algo que te hace muy feliz, debes aceptar que te encuentras gastando dinero todo el tiempo, es tu mayor alegría.