David, 4 años: Mirando el Guernica de Picasso, dijo: «Pero ¿qué desorden es éste?».
Irene, 9 años: Una noche estaba durmiendo con su madre y le dijo la niña muy seria: «Mamá, eres como una rosa». Y su madre, emocionada, preguntó «¿Por qué, cariño?». Y ella respondió: «Porque te pinchan las piernas como si tuvieras espinas».
Almudena, 4 años: Estaba Almudena jugando y su madre estaba tumbada en el sofá viendo la tele cuando llamaron a la puerta. Su madre le dijo: «Almu, abre, que es tu padre». Y Almudena le contestó: «Abre tú, que es tu marido».
Patricia, 4 años: Patricia se perdió un día en un centro comercial, se acercó a un guardia de seguridad y le dijo: «Perdone, se han perdido mis papás». Y él le preguntó: «¿No te habrás perdido tú?». Y Patricia contestó: «No, no, yo estaba viendo los juguetes».
Cristina, 7 años: Ésta es una nota que Cristina les dejó a sus padres un día que la castigaron: «Queridos padres: Me voy de casa porque no me merezco vivir aquí. Un beso, Cristina. Estoy en el garaje, adiós».