Uno de los principales elementos que contribuyen a una rápida y satisfactoria es el cuidado postoperatorio.
La alimentación adecuada puede facilitar nuestra pronta recuperación y alivio del malestar causado por una intervención quirúrgica. Por eso acá vamos a enseñarte alimentos que debes evitar.
Chile Picante
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Aunque para muchos es delicioso, y es un complemento ideal para las comidas luego de una operación debemos decirle no. El picante hace el proceso de cicatrización más lento y comerlo con una herida puede generarte molestias.
Lácteos grasosos
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Sí, lamentablemente esto incluye el helado y el queso. Este tipo de productos promueven el malestar estomacal, que generalmente ya es frecuente luego del uso de los medicamentos postoperatorios.
Jugos ácidos
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Estos favorecen las distensiones abdominales y provocan un malestar innecesario y molesto.
Azúcar
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Durante los primeros días y en especial las primeras horas deben ser evitadas ya que combinados con la anestesia y la recuperación de la misma pueden acelerar o generar efectos adversos.
Yuca o Mandioca
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Para los que no la conozcan es un arbusto de un sabor muy agradable que se cultiva en América del Sur y es utilizada en muchos platillos sola, acompañada o preparando una masa a partir de ella. Es deliciosa, pero influye en el proceso de cicatrización en forma negativa.
Frutas deshidratadas
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Son deliciosas, pero contienen una gran cantidad de azucares que como habíamos mencionado anteriormente pueden ocasionar reacciones negativas tras la anestesia.
Frutas con semillas como bayas o higos
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Las mismas contienen también mucha azúcar, y son uno de los principales alérgenos que hay en el mundo, por lo tanto, es preferible evitarlos durante la recuperación.
Brocolí
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Afecta el colón porque produce una gran cantidad de gases y puede ocasionar molestias que afecten con la recuperación.
Repollo
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Distiende el estómago, crea gases y puede ser peligroso, sobre todo si se trata de una herida delicada, ya que provoca mucho dolor.
Coliflor
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Es el que afecta en mayor proporción el colón y genera gases molestos y peligrosos para una persona que necesita reposo absoluto.
Maíz
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Aunque es delicioso influye tanto en el estómago como en el proceso de sanación de la herida. Así que todos sus derivados como los cereales deben ser eliminados durante la primera semana de recuperación.
Encurtidos
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El proceso que lleva su preparación y el vinagre afecta la coagulación sanguínea y con una herida lo que menos necesita es un problema para coagular la sangre.
Ajo
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Al igual que el chile picante afecta de manera negativa el proceso de cicatrización.
Pescados o Carnes muy sazonadas
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La sal y todos los sazonadores afectan la presión sanguínea, la coagulación y la cicatrización de las heridas, así que es mejor evadirlos.
Frituras
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Son nuestros placeres culposos mientras estamos sanos, aunque sabemos que en grandes cantidades afectan nuestra presión sanguínea.
Bebidas alcohólicas
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Afectan con los medicamentos, con la presión saguinea, la circulación y el efecto de los medicamentos.
Galletas
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El trigo como todos los cereales ya mencionados interrumpen en el proceso de sanación de las heridas y producir infecciones y afecciones mayores.
Pan Integral
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En contra de lo que creemos el pan integral contiene una mayor cantidad de aceite en su preparación que el pan corriente, lo que afecta en la presión sanguínea y en gran parte son mezclados con frutos secos, trigo, y cereales que también son perjudiciales.
Cafeína
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El sueño durante la recuperación es esencial, además la cafeína acelera el ritmo cardiaco y altera la presión sanguínea aumentando nuestros valores en sangre y volviéndose peligroso.
Verduras crudas
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En esta etapa tan delicada siempre es recomendable cuidar todos los aspectos de tu cuerpo, y estómago y la sensibilidad que tiene el mismo luego de una intervención quirúrgica también debe ser tomada en consideración, los vegetales crudos son más propensos a traer bacterias y causar malestar estomacal.