Pocas personas se pueden negar a comer un postre después de un plato fuerte, en una salida de amigas o simplemente por ganas de comer algo dulce. Todos tenemos un postre favorito, independientemente del sabor, color, el lugar de donde sea o del precio que sea, a nadie le cuesta quitarse unos cuantos billetes para comprar su postre favorito, pero seguramente no sacarías 500 dólares por degustar un postre.

Aunque tu no lo hagas, hay personas que pagarían desde 250 hasta 60,000 dólares por un postre. ¿Quieres saber por qué estos postres son tan lujosamente caros? Descubre aquí la razón y ve las fotos de estos.