Hábitos que toda persona exitosa practica

Un gran porcentaje de las ideas exitosas fueron desarrolladas en momentos de ocio. Hoy en día pasamos la mayor parte del tiempo conectados. Actualmente con la tecnología de la web, todo el mundo está “conectado” por lo que la cabeza siempre está ocupada en otras funciones por lo que la inspiración queda relegada. Por ello hay que desintoxicarte de la tecnología y poder conectarte con la naturaleza, además de leer o practicar algún tipo de arte que también ayudará a oxigenar la mente.

Está médicamente comprobado que hacer actividad física mejora el flujo de sangre hacia el cerebro, aumenta la productividad, elimina los pensamientos negativos y es relajante. Si se repite esta rutina, se notará que aquellos problemas sin una respuesta certera ahora tienen una solución más clara.

Las personas exitosas saben usar mejor su tiempo porque son disciplinadas y saben establecer sus metas. También hablo de esas personas que no tienen momentos bajos; sí, hay tiempo para las vacaciones y para la familia, pero saben cómo balancearlo y no se dejan tener momentos improductivos.

Las personas exitosas y creativas leen constantemente, y encuentran mentores que les enseñan, valorando toda la información que reciben y pueda servirles en un futuro. Además, el hábito de la lectura ayudará a incrementar tu comprensión, imaginación, capacidad sintética y otras habilidades como la ortografía y gramática.

Fracasa cuantas veces sea necesario. Todo el mundo fracasa de vez en cuando; es parte de la vida. Pero cuando lo hagas, no renuncies ni pierdas el tiempo. Lo que separa a la gente exitosa de la ordinaria es la habilidad de levantarse y empezar de nuevo una y otra vez, con un mejor plan para triunfar.

Las personas más proactivas y efectivas suelen madrugar. Al aprovechar las mañanas de mejor manera podrás terminar tus cosas a tiempo, así como tener horas para ejercitarte, trabajar y estar con tu familia.

Es importante entender que no puedes hacer todo por ti solo y que necesitas confiar en los demás para completar tus tareas y alcanzar tus objetivos. Una persona verdaderamente efectiva sabe rodearse de gente talentosa, que puede cumplir algunas responsabilidades incluso mejor que él mismo.

Tener tu agenda llena o tu escritorio cubierto de post-its con pendientes es una señal de que estás dejando todo para después. Aunque es importante que definas prioridades, intenta cumplir con ciertas tareas en el momento. Esto te evitará preocupaciones mentales que sólo te desconcentran y distraen de lo importante.

Aunque las personas altamente efectivas destacan por trabajar con rapidez y atención, también es importante saber cuándo tomarte un respiro y alejarte momentáneamente del trabajo. Esto te permitirá recuperar el enfoque, refrescar la mente y evitar los estancamientos de creatividad y productividad.

Las personas efectivas tienen bien establecidos objetivos en el corto, mediano y largo plazo. Incluso en una base diaria. Cada día fíjate nuevas metas que te reten y te mantengan motivado. La idea es que tú mismo te pongas como propósito ser más efectivo cada día.

En su libro “7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas”, el Dr. Stephen Covey recomienda que en toda interacción ambas partes resulten ganadoras. Ya sea en el trabajo, el hogar o con tu pareja, se debería intentar producir relaciones con beneficios para ambos. Si se hace lo contrario y solamente se va en busca de la propia satisfacción, se generará una situación destructiva. Al haber un perdedor, también habrá enemigos, enojo, envidia, hostilidad y otras sensaciones contraproducentes.

Está muy bien que se intente resolver diferentes problemas con las propias herramientas. Sin embargo, en algún momento se debe pedir ayuda a alguien que entienda del tema que ofrecerá dos beneficios: facilitará el camino y permitirá alcanzar una solución que no se lograba encontrar. Además, servirá para que la otra persona se sienta reconfortada por brindarnos una solución y compartir sus conocimientos.

Una muy buena manera para mantenerse positivo y aumentar la sensación de alegría es pensar en las cosas que a uno le hagan sentir agradecido. Se debe recordar las personas que te quieren por cómo eres, en que tienes salud, un hogar, un trabajo y comida. Si puedes aplicar este ejercicio en algunos momentos del día se notará que la productividad incrementará considerablemente.

Haz las cosas más importantes primero. Este es un concepto simple del que muchas personas exitosas suelen hablar. Lo que básicamente debes hacer es centrarte en un único y más importante propósito cada día (que se alinee con los objetivos que te has marcado para ti mismo) y perseguir ese propósito desde que te despiertas por la mañana hasta conseguirlo.

Todos nacemos con un conjunto único de fortalezas y talentos aunque raramente desarrollamos esas capacidades naturales. Caemos en la trampa de creer que “podemos ser lo que queramos” y nos alimentamos con eso. El talento sirve solamente como amplificador para llegar a tu nivel de éxito. La fortaleza puedes generarla tú mismo mientras que el talento puro es increíblemente difícil de conseguir.

Mucha gente exitosa no sólo ha llegado donde están por sus habilidades y talentos, sino porque también han sabido darse a conocer a los demás. ¿Alguna vez has escuchado el refrán: no es lo que sabes, sino a quién conoces? En términos de alcanzar el éxito, esto es una gran verdad. No sólo asciendes por tus propios méritos. La gente alcanza el éxito porque otros les suben hasta allí.

¡Carácter! Estableciendo para nosotros mismos unos ciertos estándares para un comportamiento aceptable, somos capaces de conectar con otra gente a un nivel genuino. Cosas como ser honesto, guardar secretos, tener integridad, no engañar, no robar, y más. La gente automáticamente quiere conectar con aquellos que no tienen misterios y son puros de corazón.

Una práctica sencilla pero a la vez muy efectiva es la de visualizar el día los primeros minutos de la mañana. Si se piensa en lo que te gustaría que ocurriera durante el día se conseguirá enfocarse en lo más importante. Además permitirá evitar las distracciones típicas y que no producen ningún beneficio. Por ello se debe intentar imaginarse siempre con una actitud positiva y eficiente.