El artista autodidacta Ra Paulette ha pasado los últimos 25 años convirtiendo las laderas del norte de Nuevo México (en el árido desierto de EEUU) en cuevas increíblemente ornamentadas. Te mostramos parte de su trabajo de toda una vida.
Este hombre ha dedicado su vida a la cueva y el arte
Foto: Karoff Films.
Este hombre, de 67 años de edad, no utiliza grandes y avanzadas maquinarias para cumplir su propósito. Excava la cueva y talla patrones detallados en sus paredes utilizando herramientas manuales básicas. Así como se hacía en el pasado.
Las formas que Paulette moldea en las cuevas -que las hace a mano-, se convierten en cavernas/museo, cuyas paredes sirven como arte que asombra y deja admirado a cualquier persona que lo contemple. Con suma diligencia y esmero, Paulette ha creado y recreado una docena de cuevas. En su arte se destacan los relieves con múltiples formas que va trazando sobre las paredes que la naturaleza ha creado.
Un sector de la obra terminada luce de esta forma: imponente. Una mezcla perfecta entre la naturaleza intervenida por la mano y el talento del hombre. Demás está decir la satisfacción que sume al artista.
Las formas que Paulette moldea en las cuevas -que las hace a mano-, se convierten en cavernas/museo, cuyas paredes sirven como arte que asombra y deja admirado a cualquier persona que lo contemple. Con suma diligencia y esmero, Paulette ha creado y recreado una docena de cuevas. En su arte se destacan los relieves con múltiples formas que va trazando sobre las paredes que la naturaleza ha creado.
Un sector de la obra terminada luce de esta forma: imponente. Una mezcla perfecta entre la naturaleza intervenida por la mano y el talento del hombre. Demás está decir la satisfacción que sume al artista.
Foto: Pinterest.
Cada segmento en el interior de la piedra madre es un espacio singular. Allí dentro destaca el brillante diseño arquitectónico elaborado por el artista, que en la naturaleza halla siempre un aliado.
Al caminar y observar la meticulosa labor de Paulette uno no puede menos que maravillarse por semejante muestra de talento y obstinación por el buen arte. Nótese la iluminación de las cuevas, que también es natural.
A juzgar su trabajo y el tiempo dedicado a crear fantásticos diseños, a uno no le cabe duda que el lugar de Paulette en este planeta es en las entrañas de la misma, donde continuará hasta que el último resabio de aire abandone sus pulmones.
Para algunos internautas que han visto su obra a través de la web, no dudan en calificarlo como el “nuevo Miguel Ángel”, no sólo por la calidad de su trabajo sino por la puntillosidad de sus trazos.
Paulette asegura que se trasladó al desierto un poco desencantado por no poder impulsar su carrera en la ciudad. Asegura que no busca fama y que el reconocimiento de la gente es absolutamente halagador.
Al caminar y observar la meticulosa labor de Paulette uno no puede menos que maravillarse por semejante muestra de talento y obstinación por el buen arte. Nótese la iluminación de las cuevas, que también es natural.
A juzgar su trabajo y el tiempo dedicado a crear fantásticos diseños, a uno no le cabe duda que el lugar de Paulette en este planeta es en las entrañas de la misma, donde continuará hasta que el último resabio de aire abandone sus pulmones.
Para algunos internautas que han visto su obra a través de la web, no dudan en calificarlo como el “nuevo Miguel Ángel”, no sólo por la calidad de su trabajo sino por la puntillosidad de sus trazos.
Paulette asegura que se trasladó al desierto un poco desencantado por no poder impulsar su carrera en la ciudad. Asegura que no busca fama y que el reconocimiento de la gente es absolutamente halagador.